La gran novedad del terminal es la forma en la que su pantalla se
envuelve alrededor de sus bordes. Gracias a este diseño, la
información en forma de notificaciones o mensajes de texto se
muestra sin tener que desplegar toda la pantalla. La tecnología que
se emplea en el dispositivo es OLED, que cuenta con más brillo
que las pantallas tradicionales LCD y además consume menos
energía, por lo que el avance parece lleno de ventajas. Por si fuera
poco, a la mayor delgadez se le une una gran resistencia a golpes y arañazos.
El prototipo con pantalla curva no fue el único con el que Samsung
ha sorprendido en el evento estadounidense. De la mano de
Microsoft y su sistema operativo Windows Phone, la firma asiática dejó ver esta tecnología al descubierto, mostrando las
características flexibles de su pantalla, hasta el punto
de abrir la puerta a que en un futuro aparezcan en el mercado
móviles que pueden ser enrollados.
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